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20/04/2012 - 11:22 General

El Hospital San Juan de Dios del Aljarafe acoge, desde el 20 de abril hasta el 22 de abril, las I Jornadas de Baja Visión y Rehabilitación Visual, organizado por la Sociedad Española de Baja Visión (SEEBV) y el Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía (COOOA) en colaboración con el Consejo General de Ópticos-Optometristas.
 


Un total de 150 profesionales se darán cita en esta primera edición en un evento que tiene por objetivo impulsar la especialización de los profesionales de la visión en esta deficiencia, así como promover su conocimiento en la sociedad y concienciar de la importancia de someter la visión a revisiones periódicas. Además durante las jornadas se expondrán los últimos avances en la rehabilitación del paciente, profundizando en los aspectos más prácticos de su tratamiento.

El servicio de Oftalmología del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe participa en estas jornadas. En este sentido, el doctor Luis Castillón jefe de servicio ofrecerá la conferencia de clausura sobre la  Repercusión visual de la diabetes en los pacientes con baja visión.

La baja visión es una discapacidad consistente en la privación parcial de la vista que en la actualidad afecta a 1 de cada 6 personas mayores de 65 años en los países de la unión Europea, a las que les impide realizar actividades cotidianas como leer, coser o ver la televisión. Esta deficiencia no puede ser corregida con gafas convencionales, lentes de contacto, medicamentos o cirugía y sus síntomas son la pérdida del campo visual, visión borrosa, pérdida de la visión central, distorsión, pérdida de contraste y deslumbramiento o la visión en túnel (no se perciben los objetos que están en la visión periférica).

En Andalucía son cerca de 200.000 los mayores de 65 años que padecen baja visión. Existe una serie de ayudas ópticas que facilitan el día a día a las personas que sufren este problema: microscopios, lupas, telescopios, telemicroscopios (filtros que reducen el deslumbramiento y aumentan el contraste), etc. Gracias a este tipo de soluciones, estos pacientes con baja visión mejoran en gran medida su calidad de vida a la hora de realizar tareas tan cotidianas como leer o escribir, ver la televisión, ir al cine o al teatro o, simplemente, caminar por la calle.

Algunas patologías como las cataratas, el glaucoma, la degeneración macular, la retinopatía diabética, el albinismo o la miopía magna, entre otras, pueden producir estas pérdidas de agudeza y campo visual. Por ello, explica Blanca Fernández, “es muy importante realizar controles periódicos a partir de los 40 años para prevenir y detectar precozmente la aparición de cualquier tipo de patología que lleve asociada una pérdida importante de visión”.