Laura Martínez, animadora sociocultural de la Clínica, se pone en la piel de un residente y narra cuáles son los sentimientos y su evolución tras un ingreso. "La mayoría de las personas disponen de una aptitud, denominada capacidad de obrar, para gobernarse a sí mismas y administrar sus bienes. Se han de reunir unos requisitos intelectuales y relativos al ejercicio de la voluntad, pero es posible que una persona no los haya alcanzado nunca o los haya perdido".

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