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14/07/2016 - 13:12 General

El desarrollo del Big Data puede tener y está teniendo ya importantes repercusiones en nuestra sociedad. Su aportación está siendo fundamental en muchos ámbitos y en la Clínica Nuestra Señora de La Paz se están investigando sus posibilidades dentro del ámbito de la Psiquiatría.

El análisis de datos tiene claras aplicaciones en este ámbito, ya que “la complejidad del objeto de estudio de la salud mental hace que las técnicas convencionales de análisis sean insuficientes”, explica el psiquiatra de la Clínica Nuestra Señora de La Paz Diego Urgelés.
Por esa razón, las nuevas herramientas de analítica avanzada, machine learning y big data aportan una nueva vía de acceso al conocimiento en este campo y van a suponer una revolución en los próximos años.
Por ejemplo, indica el Dr. Diego Urgelés, se va a tener más información y, por tanto, más capacidad de reacción para ayudar a predecir el inicio de una posible crisis psiquiátrica o incluso se va a impedir que se produzca.
“El objetivo es usar las herramientas matemáticas y de análisis que se han utilizado para resolver problemas muy complejos con el fin de ayudar también en el campo de la Psiquiatría, contribuyendo a que el especialista pueda realizar mejores diagnósticos, elaborar tratamientos más ajustados a la situación de cada paciente y realizar una prescripción de medicamentos que se adapte a las condiciones del usuario en cada momento”, explica el psiquiatra de la Clínica Nuestra Señora de La Paz.
Como ejemplo, señala los avances que ha tenido en los últimos años, gracias a este tipo de herramientas, un campo tan complejo como el de la meteorología, donde los expertos han podido utilizar ordenadores muy potentes y algoritmos de inteligencia artificial para mejorar las predicciones, lo cual ha supuesto ventajas inmediatas para toda la ciudadanía, que se beneficia de tener siempre más información y más fiable sobre el tiempo que va a hacer.
O es lo que pasa, explica, con la regulación del tráfico de forma automatizada, que ha permitido que se pueda ordenar de forma mucho más inteligente la circulación, algo que podría trasladarse al campo de la Psiquiatría en la elaboración de los recorridos terapéuticos que necesita cada paciente.
El objetivo, por tanto, es “usar estas herramientas para predecir mejor y entender de forma más eficiente la conducta humana, y estoy seguro de que de esta forma podremos hacer las cosas mucho mejor”, apunta el psiquiatra.
En ningún caso, especifica también, se trata de sustituir la figura del médico, que va a seguir siendo esencial, “pero igual que una resonancia magnética ayuda al neurólogo a ver mejor qué está pasando, los psiquiatras podremos utilizar estas herramientas y los datos que generan para mejorar nuestro trabajo”.